Un elemento mineral es considerado esencial en el crecimiento y desarrollo de la planta, cuando el mismo está directamente involucrado con sus funciones metabólicas y, sin este elemento, la planta no puede completar bien su ciclo de vida. Existen 13 elementos minerales considerados esenciales:

Macronutrientes: (N) Nitrógeno, (P) Fosforo, Potasio (K), Azufre (S), Calcio (Ca) y Magnesio (Mg).

Micronutrientes y/o Oligoelementos: Hierro (Fe), Zinc (Zn), Manganeso (Mn), Cobre (Cu), Boro (B), Molibdeno (Mo) y Cloro (Cl). 

Elementos como como el Sodio (Na), Vanadium (Va), Niquel (Ni) y Silicio (Si), se han establecido como esenciales para algunos cultivos y otros que, han demostrado beneficios, como Cobalto (Co) y Titanio (Ti).

La planta absorbe estos nutrientes directamente del suelo y con el tiempo, de no reponer adecuadamente, se va generando un déficit. Para ello los análisis de suelos son importantes, porque nos dan un diagnóstico de los niveles de nutrientes y en base a ello, podemos establecer un programa de fertilización balanceada.

Los fertilizantes químicos de uso edáfico que se encuentran disponibles en el mercado, no incluyen todos los nutrientes. Por ejemplo, los Fertilizantes edáficos, mayormente usados en el país, traen básicamente: Nitrógeno, Fósforo y Potasio y dependiendo de la fuente de Potasio, suministran Cloruro o Sulfato. Algunos otros, traen Magnesio y Azufre incorporado a la fórmula. En el caso de las mezclas de fertilizantes físicas, éstas son más flexibles porque pueden incorporar otros nutrientes deficitarios, de acuerdo al análisis del suelo presentado por el agricultor.

En base a todo lo expresado, es importante contar con otras fuentes alternas de nutrientes, sobre todo cuando hablamos de los micronutrientes, cuyas aplicaciones pueden ir directamente al suelo o vía foliar. La fertilización foliar es un método confiable cuando la nutrición proveniente del suelo es ineficiente. Es considerada el mejor complemento de la fertilización al suelo, además de ser eficiente, porque penetra directamente en el tejido de la planta y las concentraciones de nutrientes en la aplicación son bajas en la aplicación. 

Es indispensable que estas fuentes de nutrientes sean altamente solubles en agua. Dichas aplicaciones pueden ser preventivas (mantenimiento) y/o correctivas (deficiencia). Las correctivas se hacen cuando se presentan deficiencias, las cuales se expresan en las hojas del cultivo. La idea no es esperar a que se presenten, sino ser preventivos. De esta manera se obtendrán mejores resultados en los rendimientos de sus cosecha. 

Autor: Guillermo Mayorga
Director Comercial
Agromarketing