El boro y el molibdeno son micronutrientes esenciales para el crecimiento normal de las plantas.
Los micronutrientes son esenciales para asegurar un buen desarrollo de los cultivos. Es importante destacar que, a pesar que se utilizan en pequeñas cantidades, en comparación con los macronutrientes (N-P-K-S-Ca y Mg), la carencia de éstos causan pérdidas significativas en la productividad agrícola. Estos 2 micronutrientes tienen un valor importante en el proceso de Floración y Polinización, aunque su rol va mucho más allá de esta fase fenológica.
El Boro es prácticamente uno de los micronutrientes de mayor importancia para las plantas, ya que está relacionado con la construcción de la pared celular y la translocación de los foto-asimilados (azúcares y carbohidratos) que el cultivo produce.
Su aplicación también se asocia con los tratamientos de calcio, ya que la sinergia de ambos elementos, inciden directamente en la formación de las paredes celulares. A manera de ejemplo, práctico y sencillo, podríamos decir que un elemento es el ladrillo o bloque y el otro, el cemento para construir la estructura de la planta.
Se asocia a las siguientes funciones en la planta, entre las que destacan:
- Promueve la producción y retención de las flores, germinación y elongación del tubo polínico, además del desarrollo del fruto y de la semilla.
- Tiene actividad sobre la producción y regulación hormonal (como también ocurre con el zinc). Su carencia hace que la enzima IAA-oxidasa reduzca la funcionalidad de las auxinas, generando concentraciones insuficientes en la flor que afectan su desarrollo.
- Interviene en la síntesis de proteínas y la movilidad de azúcares y carbohidratos.
- Participa en la formación de la pared celular y su estabilidad.
- Fomenta la formación de nódulos radiculares en las leguminosas
- Ayuda a metabolizar el nitrógeno.
Es otro micronutriente esencial para las plantas. Su valor diferencial radica en la alta movilidad que tiene en el interior de la planta, todo lo contrario con el resto de micronutrientes.
Su actividad es prácticamente silenciosa dentro de la planta, pero realmente esencial. Si bien el Boro tiene un efecto directo sobre la floración y la producción de azúcares, el Molibdeno actúa cubriendo funciones básicas, algo desconocidas para mucha gente. Entre éstas cabe destacar, que es parte integrante de las reacciones redox en la actividad enzimática. Por ejemplo, es importante para la adecuada asimilación del nitrógeno en forma de nitrato (nitrato reductasa).
Funciones del Molibdeno en la planta
- Interviene en la fijación de nitrógeno.
- Es un componente clave en dos enzimas que convierten el nitrato a nitrito, para luego transformarlo a amoníaco. Su ausencia evita la correcta transformación del nitrógeno en aminoácidos. Es un componente importante para la fijación de Nitrógeno por parte las bacterias de los nódulos de las raíces, en leguminosas.
- Hace sinergia con la asimilación y translocación del hierro.
- Favorece la transformación del fósforo dentro de la planta.
La nutrición óptima de nuestros cultivos es aquella que aporta todos los elementos de manera continua, anticipando las necesidades que pueda tener la planta. Sin embargo, la realidad es que no siempre podemos hacerlo o existen etapas específicas, donde se requieren mayores cantidades de estos 2 elementos.
Suele ser común encontrar productos que contienen una mezcla de ambos, siempre con predominancia del Boro, debido a que las plantas lo requieren en mayor concentración. Tanto el Boro como el Molibdeno tienen actividad directa sobre la polinización y fecundación de las flores, por lo que la planta debe tener suficientes niveles de estos dos micronutrientes, antes de que se produzca la floración.
Si bien la floración en la mayoría de cultivos frutales viene determinada por las reservas nutricionales de la campaña anterior, siempre es importante aplicar Boro y Molibdeno, para asegurar la viabilidad de las flores. Por ello, este aporte permitirá que se produzca suficiente polen de calidad y un mayor número de frutos producidos.
«Las aplicaciones de Boro y Molibdeno, entre otros elementos, aumenta la producción de proteínas, azúcares y su transporte a los órganos reserva, en este caso las raíces. Esto permite aumentar la reserva energética del cultivo para una futura campaña exitosa»
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